Por R.P. Jaime Rivas Rodríguez
Padre Damián de Veuster, héroe nacional de Bélgica y héroe universal de la Iglesia, te saludamos con todo cariño, por el hermoso ejemplo de tu vida, realizada con sencillez y perseverancia.
Cuando en tu familia, tus hermanos mayores iban asumiendo sus distintas vocaciones, pudiste decir a los 18 años: “espero que a mi también , me llegue el turno de escoger mi camino”.
Y, cuando llegó el momento del SI, al llamado de Dios, lo asumiste con todas tus fuerzas, tus ideales y tu corazón.
Una vida sencilla, humilde, servidora, capaz de las mayores donaciones, que terminó en el martirio definitivo, del amor por los más necesitados.
En esta tierra chilena, eres el Patrono de una humilde obra al servicio de los niños y jóvenes: “educando personas capaces de dominar la naturaleza, crear cosas nuevas y ponerlas al servicio de los demás”.
Que el frío del sur de nuestra Patria, reciba el calor tierno de tu compañía, que la amplitud de la bahía y la belleza del mar, haga desaparecer, por tu obra, la estrechez y el egoísmo natural en el ser humano y que el mal aire de nuestra capital, reciba el puro y bello de tu bendición, te lo pedimos a ti, de todo corazón.
Que desde el cielo nos acompañes siempre con tu ejemplo y tu cariño, para ser agradecidos en todo momento, de la obra maravillosa que el Padre Creador, Jesús el Señor y el Espíritu Consolador, realizan en nuestras vidas, junto a Nuestra Madre María.
AMEN
